Blogmayor

sábado, 15 de febrero de 2014

La historia de Cody


          Sin comparación alguna, la historia de Cody me recuerda mi niñez. Yo comencé a caminar a los cinco años con dos aparatos ortopédicos que fabricaba mi padre en compañía del herrero. Por la noche utilizaba otros dos, y un arco de madera con una bombilla proporcionaba calor a mis piernas para facilitar la circulación sanguínea.

          Aprendí a flotar en una especie de alberca pequeña de cemento que construyó mi padre en el patio (cada vez que entraba, subía el nivel de agua unos centímetros), y a nadar en un río de aguas cristalinas en el que había ranas, libélulas y cangrejos. Luego, perfeccioné mi estilo en las piscinas y, si hubiera tenido oportunidad, podría haber competido con otros discapacitados. Incluso lo hago mejor que muchas amigas sin discapacidad, jajaja.

          Ahora, después de más de quince intervenciones quirúrgicas, no utilizo aparatos ortopédicos; solo dos bastones de codo.

          Por favor: no se pierdan este vídeo. Cuando lo muestro a desconocidos, me dicen: "¡pobrecito!". A lo que contesto: "pobrecitos los niños que no pueden gozar de una infancia como la de Cody". Cody tiene una infancia feliz, pero hay muchos niños sin discapacidad que no la tienen. La diferencia estriba en que Cody se siente amado por sus padres. LA FAMILIA juega un papel muy importante en el desarrollo y madurez de los niños, tengan o no discapacidad. Yo no diría de Cody: "¡Pobrecillo!". Es un ejemplo de SUPERACIÓN y se le ve contento.

          Gracias por seguir este blog. Es un trocito de mi persona que disfruto compartiendo con ustedes.

1 comentario:

  1. Maria Luisa ,me enternece y me hace pensar en tanto esfuerzo y lucha .Cody es grande ....mucho esfuerzo para pasar la linea de llegada poder romper la cinta y nunca desistir .Me encanta y enamora su limpia sonrisa.

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